• Galacia (Asia Menor), ± 420 ♣♣♣♣ Roma (Italia), 12 / 07 / 472.

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  La rumorología relata que Flavio Ricimero, el Magister Militum del Imperio de Occidente, harto de la negligencia del Augusto Libio Severo invitó a éste a un banquete, durante la velada la vianda destinada al Emperador fue emponzoñada causándole la muerte; la versión oficial dice que el infructuoso Libio Severo falleció por causas naturales en Roma en otoño de 465.

  El gran problema de Occidente residía en los vándalos y visigodos que se habían hecho los dueños de África, la Galia e Hispania; el único sostén al que podía acudir Ricimero era al Imperio Bizantino, pero Libio Severo no era del agrado de Oriente y quizá por ello Ricimero se desembarazó de él para satisfacer a León I. Durante año y medio, época que duró el interregno, Flavio Ricimero fue el regente del Imperio de Occidente; pero los contratiempos con los godos, lejos de menguar, se acrecentaron, hasta que en Abril de 467 el férreo León I puso como Augusto de Occidente a Procopio Antemio.

Procopius Anthemius Augustus.

  Procopio Antemio Augusto nació en la región de Galacia (Asia Menor), o puede que en Constantinopla, alrededor del año 420 y murió en Roma el 12 de Julio de 472 asesinado por el Rey burgundio Gundubad, seguramente con la complicidad de Ricimero.

  Antemio pertenecía la nobleza romana, era miembro del legendario clan de los “Procopios“. Su madre, Lucina Antemia, fue la hija del Prefecto de Oriente (405-415) Flavio Antemio, y su padre, Procopio, fue Magister Militum del Este entre 421 y 424; Antemio estaba emparentado, por parte de padre, con el linaje de Constantino el Grande.

  Por su condición patricia y dado que era un hombre estudioso, Antemio, dedicó gran parte de su madurez al pensamiento filosófico compartiendo escuela en Alejandría con Proclo Licio teniendo por compañeros a los más importantes miembros de la magistratura de Oriente. En 453 contrajo matrimonio con Elia Marcia Eufemia, hija del Emperador de Oriente Flavio Marciano (450-457), mujer con la que tuvo cuatro hijos (Antemiolo, Flavio Marciano, Procopio Antemio, y Rómulo) y una hija, Alipia, que le fue entregada por esposa (una criatura de 14 años) a Ricimero (66 años) cuando Antemio se hizo cargo del Imperio de Occidente.

 En época de Valentiniano III, poco después de su enlace con Eufemia, Antemio fue destinado a Tracia para proteger las fronteras del Danubio de los incómodos hunos; en 455 regresó a Constantinopla donde adquirió el título de Patricio y el cargo de Cónsul. Este mismo año se postuló como sucesor del Augusto de Occidente Petronio Máximo con el patrocinio de su suegro Marciano, aunque el honor recayó, con el amparo de senadores y la persuasión del visigodo Teodorico II, en Eparquio Avito; la misma situación se dio tras la destitución y posterior asesinato de Avito, pero en Enero 457 murió Marciano y el poderoso Ricimero puso en el trono a Mayoriano.

Flavio Marciano (450-457).

  Parecía, por su condición de yerno, que Antemio sería el sucesor de Marciano, pero el General de origen godo Flavio Ardabur Aspar puso al frente del Imperio de Oriente a su colega y militar Flavio Valerio León. Durante casi una década Antemio estuvo al servicio, en calidad de Magister Militum de Oriente, de León I destinado en Tracia e Iliria protegiendo la zona oriental de las incursiones de hunos y ostrogodos. Después del óbito, en otoño de 465, de Olibio Severo y tras 18 meses de vacío de poder administrado por Ricimero, León I quiso evitar por todos los medios que Occidente cayera en manos de un partidario de los vándalos, tal y como pretendía el Rey bárbaro Genserico; en Abril de 467 Antemio fue nombrado Emperador de Occidente por León I. Procopio Antemio marchó a Roma al frente de un poderoso ejército acompañado por el gobernante autónomo y Magister Militum de Iliria, el General Marcelino.

  Antemio fue bien recibido en Roma por senadores y aristócratas, tenía buen pedigrí, era un hombre culto, había dado sobradas muestras de su capacidad militar y contaba con el incondicional apoyo de Oriente para hacer frente a vándalos y visigodos; quizá el único escollo a su nombramiento era el del insaciable Ricimero, asunto solucionado al entregarle a su joven hija Alipia por esposa.

  Los problemas a los que Antemio debía hacer frente eran los mismos que estaban arruinando Occidente desde hacía décadas: los vándalos, que eran los dueños de África y no paraban de arremeter contra las costas italianas, y los visigodos, que una vez propietarios de Hispania insistían en conquistar toda la Galia.

Flavio Valerio León (457-474)

  La única manera de doblegar a los vándalos era preparar un ataque conjunto entre Oriente y Occidente. En 468 se dispuso una expedición por mar en dos frentes organizada por Antemio y León I: la flota de Occidente comandada por Marcelino y la de Oriente por Flavio Basilisco, un cuñado de León I que sería Emperador Bizantino en 475-476. La armada occidental liderada por Marcelino tuvo un relativo éxito en el litoral italiano llegando, incluso, a apoderarse de Sicilia que estaba bajo el control vándalo, durante esta refriega Marcelino falleció sospechosamente; el cuchicheo vio tras este homicidio una conspiración dirigida por Ricimero, y es que la enemistad entre Marcelino y Ricimero era más que patente. La embestida oriental contra el Norte de África capitaneada por Basilisco fue un acreditado desastre, la mayor parte de la flota fue quemada y hundida; de los pocos navíos intactos unos se retiraron a Oriente y otros buscaron refugio en Sicilia, pero allí las tropas de Marcelino habían caído y no pudieron socorrerles. Esta derrota obligó al Emperador León I a firmar un desventajoso armisticio con el Rey vándalo Genserico.

  Perdidas todas las opciones contra los vándalos en África, en 469/470 Antemio volvió la vista al Norte donde el nuevo Rey visigodo Eurico, que había aniquilado a su hermano Teodorico II, se había proclamado señor de toda la Galia. En un primer envite, Antemio, con la ayuda de tribus locales logró vencer en algunas escaramuzas a los visigodos, pero al final fueron derrotados y tuvieron que retirarse.

  En una nueva expedición organizada en 471 por Procopio Antemio, comandada por su hijo Antemiolo, los romanos sufrieron otro aplastante fracaso contra Eurico: fueron derrotados cerca del Ródano; en esta batalla varios jefes romanos, también Antemiolo, perdieron la vida.

  La decepción sufrida en los trances contra vándalos y visigodos minaron la reputación de la que venía precedido Antemio, coyuntura que utilizó Ricimero para desprestigiar y desbancar al Emperador. La deteriorada camaradería entre ambos líderes llevó a Occidente a una pseudo guerra civil, Antemio en Roma y Ricimero en Mediolanum. En primavera de 472 Ricimero puso rumbo a Roma, que sufrió una nueva devastación, al frente de su ejército para deponer a Antemio, como acompañante en sus filas iba el que sería el sustituto para portar la púrpura: Flavio Anicio Olibrio, el protegido de Genserico. Antemio, con sus leales, aguantó el ataque durante un par de meses hasta que finalmente las tropas de Ricimero se hicieron con la ciudad; Procopio Antemio intentó huir disfrazado, pero fue cazado por el Rey burgundio Gundobaldo (cómplice de Ricimero). Antemio fue decapitado y su cabeza entregada a Ricimero el 12 de Julio de 472. Directa, o indirectamente, Procopio Antemio Augusto fue el quinto Emperador derribado por el godo-romano Flavio Ricimero.

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©TruttaFario______El Arenal, XXVIII – II – MMXV
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