• Lanuvium, 19-septiembre-86  ◊◊◊◊  Lorium, 7-marzo-161.

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  La adopción de Antonino por parte de Adriano fue el mayor acierto en los años Imperiales de Roma, este prohijamiento fue fruto de la casualidad, de la fortuna o de la mala suerte de otro. En un principio la elección había recaído en Lucio Ceionio Cómodo Vero, un noble de clase bien prácticamente desconocido por el pueblo, de hecho, no se le conocen cargos de relevancia, ni en lo administrativo, ni en lo militar. De Lucio Ceionio se sabe que fue Senador y un gran amante del vino y de la lujuria. Fue apadrinado éste joven por Adriano en el año 136 (35 años), desde ese momento y como heredero al trono Imperial adoptó el nombre de Lucio Aelio Vero. La elección de éste muchacho no fue bien acogida por políticos y senadores, no entendían que un hombre culto e inteligente como Adriano hubiera puesto los ojos en este personaje. En algunos corrillos se daba por sentado que Lucio era hijo bastardo del Emperador, de ahí el cariño que le profesaba. Quiso el “azar” que en Enero de 138 falleciera Lucio, posiblemente víctima de sus propios excesos. La salud de Adriano estaba muy deteriorada y debía apresurarse en adoptar un nuevo sucesor: si no podía ser un hombre con el temple de Trajano, si una persona con la mesura y la sensibilidad de Nerva: Antonino.

Titus Aurelius Fulvius Boionus Arrius Antoninus Pius, «ANTONINO PIO»

   Tito Aurelio Arrio Antonino nació el 19 de Septiembre del año 86 en Lanuvio, cerca de Roma, misma ciudad en la que 75 años después nacería su nieto, el cruel Cómodo. Murió en Lorium, un pueblo de Etruria a 19 km. de Roma, el 7 de Marzo de 161 con 74,5 años, de muerte natural.

 Descendía Antonino de una rica familia romana afincada en Nimes, Galia (La Narbonense). Su padre, Tito Aurelio Fulvo, murió cuando Antonino era un niño, haciéndose cargo de su educación su madre Arria Fadilla y su abuelo materno Tito Arrio Antonino, un hombre culto y estudioso del círculo del filósofo Plinio el Joven. Tanto su padre Aurelio Fulvo, como su abuelo Arrio Antonino habían formado parte de la gens consular de Roma. Su padre tuvo diversos cargos y fue Cónsul en 89, en tiempos de Domiciano. Su abuelo fue político, empresario y Cónsul en dos ocasiones: con el Emperador Vitelio y con Vespasiano.

Annia Galeria Faustina Mayor, esposa de Antonino.

   Su madre volvió a casarse con un rico Senador, Julio Lupo; de este matrimonio nació una hija. Teniendo en cuenta que su madre era hija única y él era hijo único, heredó la fortuna de su madre, de su padre y de su padrastro, convirtiéndose en el hombre más rico del Imperio.

  Por el año 125 contrajo matrimonio con Annia Galeria Faustina, Faustina la Mayor, una noble romana de origen hispano, su padre (Marco Annio Vero) era de Corduba capital de la Bética. Fue esta una unión estable pero con diferencias, Faustina mujer dinámica y excesivamente alegre, chocaba con el carácter sosegado de Antonino. Fruto del matrimonio nacieron cuatro vástagos, dos varones y dos hembras, solo una de ellas llegó a edad adulta: Annia Galeria Faustina Menor, mujer que se convertiría en Emperatriz al casarse con Marco Aurelio. Mucho debía ser el cariño que el Emperador Antonino sentía por su esposa, cuando esta murió (40 años?), llevó un luto riguroso e incluso fundó una institución con su nombre, dedicada a la protección de niñas huérfanas: Puellae Faustinianae (Las Niñas de Faustina).

  Los primeros años Antonino transcurrieron como los de cualquier joven noble de la época: conocimientos fundamentales de gramática, griego, geografía, historia, medicina, matemáticas, etc. y a partir de los 17 años ingresar en las legiones, formación obligatoria para ciudadanos romanos que en el futuro quisieran tener cargos en la Magistratura del Estado; un romano no podía acceder a puestos públicos si antes no había servido en el ejército.

 Prácticamente nada se sabe de su juventud hasta 112, año en que ejerció como Cuestor (finanzas públicas), en 117 fue Pretor (Magistrado) y en 120, Cónsul. En 133 fue enviado como Procónsul a Asia, donde estuvo hasta 136. Todas las funciones públicas en las que intervino eran del agrado del Emperador, de regreso a Roma pasó a formar parte del Consilium Principis (“Consejo de Ministros”) y en Enero de 138, muerto Lucio Ceionio, fue adoptado por Adriano otorgándole la potestad imperial.

Emperador Antonino Pio  

 El 10 de Julio de 138 moría Adriano y el día 11 Antonino se hacía cargo del mayor Imperio del mundo conocido. En principio, parecía que esto iba a ser un reinado de transición igual que fue el de Nerva, nada más lejos de la realidad, duró casi 23 años, de hecho, cuando Adriano adoptó a Antonino, obligó a este a apadrinar un sucesor. Antonino tenía el corazón dividido y tomó una decisión para tener contentos a todos: adoptó dos “hijos”, un sobrino de su mujer llamado Marco Annio Severo (Marco Aurelio) y al huérfano del anterior César, Lucio Cómodo Vero (Lucio Vero); ambos fueron Co-Emperadores durante 9 años, de 161 a 169.

   La primera medida de Antonino como Emperador, fue deificar a Adriano y topó de lleno con la mayoría de senadores, y es que las relaciones del anterior Emperador con el Senado no habían sido nada apacibles. Tuvo, Antonino, que hacer gala de toda su sabiduría y tenacidad para ganarse el corazón de los ancianos; lo consiguió y desde entonces fue apodado cariñosamente, “El Piadoso”: Antonino Pío

Muralla de Antonino

  Tal y como había dejado el Imperio Adriano en tema militar, los 23 años de gobierno de Antonino Pio fueron de una calma casi total, si exceptuamos algunas escaramuzas en la siempre convulsa zona de Palestina y las incursiones de los pictos en el Norte de Britania. En 140-142, para evitar el continuo hostigamiento de los “escoceses”, se construyó una nueva muralla 160 km. más al Norte del Muro de Adriano, que hacía un efecto rompeolas; El Muro de Antonino.

  La época del Emperador Antonino Pio fue la más pacífica de la historia de Roma, el cenit de la Pax Romana. Todo ello consecuencia de la labor de sus antecesores: Nerva, Trajano y Adriano, y por supuesto, debido al organizado y poderoso ejército. Por aquel entonces contaba Roma con 30 legiones más nativos, superando los 300.000 soldados, perfectamente distribuidos por todo el Imperio.

   Con las fronteras perfectamente controladas, el reinado de Antonino Pio fue el más humanitario y paternalista que se recuerda. Continuó con la política de sus antecesores, creando nuevas leyes que protegían a las clases más desfavorecidas. Sentía una especial sensibilidad por los esclavos: no se los podía vender para el circo o la prostitución; en caso de falta grave, no se les podía maltratar o ejecutar sin un juicio previo, si no se respetaban estas leyes, el dueño era acusado de homicida. Las mujeres esclavas también recibieron un amparo muy especial: si durante la gestación se mantenían a sí mismas, la criatura que viniera al mundo, sería una persona libre. Los subyugados dejaron de ser instrumentos convirtiéndose en personas. Otro edicto curioso fue el de la infidelidad: un hombre no podía acusar de adulterio a su mujer, si previamente el no demostraba que le había sido absolutamente fiel.

Denario – Antonino Pio

  Cuando Antonino Pio subió al trono, las arcas del Estado estaban a cero y él era el hombre más rico del mundo, el día que murió, su bolsillo estaba vacío y el baúl del Estado repleto; los políticos del siglo XXI deberían tomar buena nota de este comportamiento. Era una norma que el Emperador recibiera una buena cantidad de dinero (Aurum Coronarium) por acceder al trono, Antonino desestimó este honor entregándolo al erario público para fines sociales.

Antonino Pio ha pasado a la historia por ser el gobernante más humanista de Roma, debido en gran parte a la serenidad de Nerva, a la disciplina de Trajano y a la organización de Adriano.

  El 7 de Marzo de 161 se echó en la cama para dormir eternamente, presentes sus hijos adoptivos Marco y Lucio y el tribuno de guardia, les dio la última contraseña: ecuanimidad.

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Fuentes:
Theodor Mommsen, Edward Gibbon, Francisco Bertolini, Isaac Asimov.
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