• Lugar desconocido en 254?  ♠♠♠♠  Emesa (Siria), Noviembre – 284.

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  En los diez meses que Marco Aurelio Caro estuvo en el trono no hizo otra cosa más que guerrear; no pisó Roma, dando a entender que los asuntos políticos y civiles no eran de su incumbencia. Tenía obsesión por las gestas militares, por las conquistas, quería emular a Trajano, época (117 D. C.) en la que Roma adquirió su máxima expansión; pero en tiempos de los “Antoninos“ los pueblos del Norte, del Este, África y Oriente no tenían la capacidad militar, ni la estructura, que a finales del siglo III. Tampoco las legiones romanas eran del mismo abolengo, entonces se nutrían, básicamente, de jóvenes ciudadanos romanos: italianos, galos, hispanos… ahora, sus filas estaban repletas de esclavos y prisioneros.

  El Emperador Caro, que había desdeñado la autoridad de los Patres Conscripti a la hora de sancionar al Príncipe del Imperio, con el fin de perpetuar un linaje nombró césares (herederos) a sus dos hijos varones: Marco Aurelio Carino y Marco Aurelio Numerio Numeriano. Al primogénito, Carino, le fue encomendada la defensa de Occidente y el benjamín, Numeriano, lo acompañó por la zona oriental; la división del Imperio Romano entre Oriente y Occidente se había puesto en marcha.

  Después de la incierta muerte de Caro, acaecida en Mesopotamia, los soldados aclamaron Emperador a Numeriano. A pesar de que el poeta Nemesiano, contemporáneo del Emperador, indirectamente exaltó las virtudes de éste en sus “églogas”, el Senado de Roma, que se había sentido menospreciado por su prepotente actitud, condenó a Caro al ostracismo: damnatio memoriae.

Marcus Aurelius Numerianus

No hay datos del lugar de nacimiento de Marco Aurelio Numeriano, sólo sabemos que era el segundo hijo varón de Marco Aurelio Caro, también tenía una hermana llamada Aurelia Paulina, y que debió ser por el año 253 o 254; el nombre de su madre es desconocido. Murió, asesinado por el Prefecto de la Guardia: su suegro Flavio Arrio Aper, en Emesa (hoy Homs), Siria, en Noviembre de 284 (30 años).

  Hasta que su padre Marco Aurelio Caro no obtuvo el título de Emperador, nada se sabe de la vida de Numeriano. Las pocas reseñas de algunos historiadores que han llegado hasta nuestros días nos hablan de un joven intelectual, un amante de la cultura y la poesía, incluso, según la siempre dubitativa Historia Augusta, escribió algún prontuario poético; nada que ver con un señor de la guerra como era su padre. Con toda seguridad, este fue el motivo por el que su progenitor, el Emperador Caro, hizo que lo acompañara en la cruzada contra los persas: para que se bregara en el ejército.

  Muerto el Emperador Caro durante la campaña contra los sasánidas, el jefe de los pretorianos, Arrio Aper, el hombre que, seguramente, fue el artífice del homicidio del mismo, aclamó Emperador a su yerno Numeriano. Con este nombramiento iban implícitas algunas condiciones: el joven Príncipe debía continuar la escalada bélica contra los persas, cumplir con la promesa de su padre y arrasar Mesopotamia.

  Parece ser que en un principio, Numeriano, estaba dispuesto a continuar con esta empresa, pero pronto desechó la idea y prefirió firmar un tratado de paz con el Rey Bahram II estableciendo las fronteras en el Tigris; esta decisión fue del agrado de unas legiones que no encontraban el momento de regresar a Occidente, aunque no gustó nada al ambicioso Arrio Aper.

  Quiso la mala fortuna que el joven Numeriano, estando en Emesa, se viera aquejado de una enfermedad ocular, algún tipo de infección que lo dejó parcialmente ciego. Su suegro, el Prefecto de los pretorianos, ordenó que viajara en una litera completamente cerrada a la que sólo él tenía acceso; pasados unos días, los soldados encargados del transporte empezaron a percibir un fuerte olor a putrefacción, abrieron las cortinas y se encontraron un cuerpo en avanzado estado de descomposición. Todas las miradas fueron para el Prefecto Arrio Aper, que fue visto como un homicida; esto sucedía en Nicomedia (Asia Menor -Turquía-) en Noviembre de 284, que es donde algún cronista emplaza la muerte de Numeriano, pero lo más probable es que ya saliera cadáver de Emesa.

  Las tropas de Oriente, después de varios concilios, designaron Emperador al General Diocles (en el futuro, Diocleciano: uno de los grandes que, en gran medida, cambió la forma de Estado del caduco Imperio). Diocles hizo ejecutar a Arrio Aper y aceptó la púrpura; mientras tanto, en Occidente seguía siendo Emperador Marco Aurelio Carino, y éste, no se lo iba a poner nada fácil a Diocleciano.

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©TruttaFario___El Arenal, XVI – V – MMXIII
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Fuentes:
Francesco Bertolini, Isaac Asimov, Edward Gibbon.
 Historia Augusta.