Calle de Mesones

By Domingo Plaza Chozas.

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Colaboradores: Luis Plaza, Pili Plaza, Lorenzo Vinuesa, Pablo Labrado, José Vinuesa y Elvira Chinarro.
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Domingo Plaza Chozas

Domingo Plaza Chozas

– Buenas noches posadas y tabernas de la calle de Mesones , encrucijada del pregonero, carnicería de Tío Fabián, posada de Tío Juan Marisana, buzón de Tío Juan el correo, bigornia de Tío Juan el herrador, casa de Tío Peterre, churrería de Juan, futbolines de Jampi….– Buenas noches, calle de Mesones. Aquí venimos a rondarte en forma de leyenda, a vocear tu historia, a conocer tus nombres, a asomarnos a tu vida pasada y presente, a contar lo que nos han contado nuestros mayores sobre ti , a buscar en tu pasado vivencias que justifiquen nuestra existencia y leyendas que nos vinculen más a estas calles, a estos barrios, a este pueblo.

– Por pueblos de la Sierra y por esta calle de Mesones vagaba mendigando limosna y comida Tío Salustriano el de El Arenal, hijo de una familia acaudalada, que valoró su capital y pensó podría vivir sin trabajar el resto de su vida. Las cuentas le fallaron y terminó mendigando con esta cantinela: “…por caridad, una limosnita para Tío Salustriano el de El Arenal, que echó las cuentas mal, le ha sobrado vida y le ha faltado capital…”.

– En esta calle estaba la taberna de Tío Trabuco, la de Tío José Largo, y la de Tío Aniceto, donde se servía a los hombres vino de pitarra traído desde los pueblos de El Barranco y de Montaragón a lomos de bestias, en pellejos cabra, a razón de 4 cántaras por pellejo de hembra y 7 cántaras los de macho cabrío.

Sucedió en una ocasión que, descargando los pellejos de la mula uno de ellos se reventó, provocando un charco de una cuarta de vino en el suelo de la taberna. Viendo semejante abundancia de caldo, un parroquiano, de familia distinguida por su amor al vino tinto, se tiró de bruces proclamando,”… con el permiso del tabernero y de la autoridad competente, antes de que la tierra se beba este manjar de dioses, me lo bebo yo aunque reviente…”.

– Casa amplia y solariega la de Tío Fabián, donde tenía una carnicería, en la que, previo peso en la romana, despachaba carne de oveja y de cabra. Aquí se resolvió, ya antes de empezar, la porfía entre Piñorrique y Julián el de Tío Simeón. Siendo Julián hombre alto y corpulento, apostó con su amigo Piñorrique, mozo menudo y delgado, que el que primero se hartara de carne, pagaría el festín de toda la junta. Mientras Tío Fabián partía la carne, dijo Piñorrique: “…que digo yo Fabián, que para ir haciendo boca, alcánzame esa riñonada con sebo a ver a que sabe…”.Viendo Julián como engullía Piñorrique aquella víscera de más de 2 kilos envuelta en sebo, se embargó de tal manera que dio por perdida la apuesta y pagó gustoso la carne de todos.

– Calle de Mesones, empedrada con piedras traídas por nuestros ancestros, y cuya puerta barría una mañana de verano tía Celestina la Negra. A la vez que barría, atizaba enfurruñada con el escobón a su gallo, que montaba a las gallinas una tras otra sin descanso. Tía Celestina barría y barría, y atizaba rezongando al gallo, a la vez que decía “…ay indino indino, si hubieras venido anoche andando desde Niharra…”.Sucedió que su marido, segador temporero en La Moraña, había regresado a casa la noche antes, después de estar treinta días segando sin descanso y otros dos caminado de regreso a casa, con el único pensamiento de encontrar cama limpia y largo descanso, y no de atender las obligaciones conyugales que esperaba Tía Celestina.

– Calle de procesiones y de rondas, calle por la que desembocaban en la Plaza las más grandes y vistosas cargas de heno y de leña, para lucimiento de los mozos y caballerías, y como muestra de valentía y hombría.

– Calle Mesones, esquina con calle del Oso, en cuya casita vivía con su mujer Tío Juan el Herrador, matrimonio llegado de Navalcán, en cuya puerta y bigornia se herraron durante décadas, y con mucho acierto, todas las caballerías, con herraduras hechas por Tío Nicomedes y Tío Boni. Aprendió el oficio y heredó la bigornia Virgilio, su hijo mayor, que herró hasta hace pocos años en el Barrio de Las Parras.

– Churrería de Juan en la que se dispensaban copas de aguardiente y los churros que cortaba Teo con precisión milimétrica, y que servía en juncos o papel de estraza cortados con la misma destreza. Cuánto habrán callado Teo y Juan de lo visto y oído a trasnochadores y madrugadores.

– Antaño calle Real, después calle Mesones, luego calle Los Mártires para retomar su denominación actual en la década de los noventa.

En esta calle era costumbre, para ahorrarse la cerilla de la mañana, asomarse a la ventana y buscar la primera chimenea que humeara para ir a prender una piña a casa del vecino madrugador.

A casa de Tío Peterre, vecino de esta calle, subía cada mañana una vecina llamada Antonina, algo flexible para aquella época, que además de prender la piña se sentaba a darle conversación, quizá con otras intenciones. Sospechoso de ello, una mañana la preparó una silla rota, por lo que Antonina al sentarse rodó por el suelo y quedó en posición poco decorosa y con las vergüenzas al descubierto. Pintiparada la ocasión, dijo Tío Peterre.”…que digo yo Antonina, que ya que estas puesta…”.

– El Arenal, pueblo cebollero por excelencia y también de afamados paleros como Tío Esteban Piconco y Tío Millán. Cuenta la leyenda, que en la esquina de la calle del Oso con la de Mesones, hasta hace poco Fonda de Emiliana, vivía Tío Riatas , hombre tranquilo donde los hubiera, que cada año iba a la Feria de  Trujillo a vender palas y bieldos hechos en el pueblo. Por las mañanas gustaba Tío Riatas guardarse del rocío acostado en la ropa del burro diciéndose a sí mismo.”…coño, coño, de manera que se guarda el rocío para una borra y una cabra que valen 7 reales y no nos lo vamos a guardar las personas…, quietecito aquí hasta que caliente el sol…”, después de comer hay que sestear, y la noche es para los lobos y gente de mal vivir…”.Total, que cuando Tío Riatas llegó a Trujillo, eligió el mejor sitio de la Plaza,…con la mala suerte de que la Feria había acabado tres días antes.

– En el callejón que hay entre la carnicería de Tío Fabián y la casa del churrero estaba la Posada de Tío Juan Marisana, suegro de Tía Guadalupe, apodado así no porque hubiera remondado el pino Marisana, sino porque siendo niño, así llamaba él a su hermana María Juana .En su posada se hospedaban los gallegos que vendían a plazos en el pueblo mulas zamoranas y que también capaban a guarros y a guarras.

– Futbolines de Jampi, donde pretendíamos sin ningún éxito, porque nos pillaba siempre, alargar las partidas poniendo la gorra en la portería, como habíamos escuchado a nuestros padres. Futbolines de Jampi, decorados con fotos de las mejores actrices y artistas de la época, y con cuya observación alimentábamos los adolescentes nuestras fantasías eróticas.

– Casa de Dominguillo, guarda de la sierra que lo fue durante muchos años, a lomos de Alazán y Moro. Eran los tiempos de El Virginiano y Bonanza, y en su puerta los niños admirábamos los dos caballos, y envidiábamos a Manolo y a Dani, veraneantes venidos de Bilbao, que le acompañaban en sus idas y venidas a la sierra.

– Buzón de Tío Juan el Correo, que recogía las cartas que escribía la vaquera al cura de Serranillos y a su tío que era alcalde, Tío Juan el correo que subía en su mula desde Arenas tantas y tantas cartas y paquetes llegados desde la mili, los seminarios ,y algún presidio, desde Francia , desde Argentina…..

– Encrucijada de la calle Mesones con la calle San Juan, donde Tío Ramón, Tío Demetrio, Tío Adolfo, Tío Paulino y Tía María la Pregonera, pregonaron con esta tonada y con el toque de corneta:

 

ATENCIÓN, ATENCIÓN,

POR ORDEN DEL SEÑOR ALCALDE SE HACE SABER:

QUE A DÍA DE HOY SE ENCUENTRAN EN ARRESTO PREVENTIVO

EN EL CORRAL DE CONCEJO, DOS CABRAS Y UN BURRO.

ESTOS ANIMALES HAN SIDO SORPRENDIDOS POR EL GUARDA DE LOS HUERTOS, HABIENDO CAUSADO MUCHO PERJUICIO, LAS DOS CABRAS EN UN FREJOLAR DE LA CERRAILLA,Y EL BURRO COMIÉNDOSE UNAS CALABAZAS QUE COLGABAN DE UNA PARED EN EL ROMO.

LAS CABRAS SON: UNA ROJIZA CON CUERNOS Y OTRA NEGRA, MOCHA Y PATITUERTA; EL BURRO ES NEGRO CANOSO Y SIN HERRAR EN LAS PATAS TRASERAS.

SE RUEGA A LOS PROPIETARIOS, QUE, PARA LA BUENA MARCHA Y MEJORES COMPOSTURAS, PASEN POR EL AYUNTAMIENTO PARA IR A TASAR DAÑOS Y PAGAR LOS CORRESPONDIENTES PERJUICIOS.

SI EN EL PLAZO QUE MARCA LA LEY NO ACUDIERAN LOS DUEÑOS, LOS ANIMALES PODRÁN SER SUBASTADOS Y OFRECIDOS AL MEJOR POSTOR.

FIRMADO POR DON GUILLERMO PULIDO,

ALCALDE DE ESTA LOCALIDAD.

Adiós calle Mesones cuanto te tendré rondado…

El Arenal, 18 de agosto de 2015.

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